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Ver la vida de color de rosa es posible, vayan como vayan las cosas a tu alrededor. Todo depende de dónde pones el foco y en este artículo te traigo las pistas que necesitas para pegar unos filtros rosas a tu forma de percibir la realidad. ¿Te apuntas al reto?

Ver la vida de color de rosa

Algunas personas, pase lo que pase a su alrededor, ven el mundo de color gris. Algunas incluso lo ven muy, muy oscuro. Son las personas pesimistas. Sin embargo hay otras personas que independientemente de las adversidades a las que se tengan que enfrentar, son capaces de seguir viendo las partes más positivas: son las personas optimistas.

Supongo que tú ya debes saber si eres más bien optimista o más bien pesimista pero si tienes dudas te recomiendo que te pases por la esta página web Allí, en el apartado de cuestionarios encontrarás un Test de Optimismo totalmente gratuito que te va a sorprender con sus resultados.

Ver la vida de color de rosa: un ejercicio

Que seas más o menos optimista depende de muchos factores, pero si lo que quieres conseguir es ver lo que sucede a tu alrededor, tus relaciones e incluso a ti mism@ con una mirada más cariñosa, dulce y amorosa, este ejercicio es para ti.

Busca una libreta porque la vas a necesitar. Ya sabes que cambiar hábitos suele ser muy fácil de plantear pero muy difícil de conseguir así que te lanzo la propuesta y espero que la puedas mantener el tiempo suficiente como para descubrir sus fantásticos efectos.

Es sencillo, cada noche antes de irte a dormir, escribe tres cosas buenas que te han sucedido durante el día. Estas tres cosas pueden ser muy pequeñas (el desayuno me ha salido estupendo, la entrevista que he hecho me ha ido muy bien, mi hijo se puesto los calcetines solo) o muy grandes (¡he encontrado trabajo!, mi hija ha empezado a salir con un chico, me ha tocado la lotería).

Trabaja con tu lista

Al lado de cada una de las tres buenas noticias que te han sucedido, escribe:

– ¿Por qué me ha pasado?

– ¿Qué significa para mi lo que ha sucedido?

– ¿Qué podría hacer yo para que me sucedieran más cosas de este tipo en el futuro?

Y esto es todo, un ejercicio sencillo que no me he inventado yo sino que procede de las investigaciones sobre Psicología Positiva que está liderando Martin Seligman en la Universidad de Pennsylvania. Un paso para ver la vida de color de rosa, o al menos para tener el rosa més presente. Para no darlo por supuesto.

La Psicología Positiva se dedica a investigar cómo son las personas felices, las personas que se declaran satisfechas con sus vidas, para poder descubrir qué es lo que hacen que les ayuda a sentirse así. El objetivo es que todos podamos beneficiarnos de sus experiencias para que podamos también mejorar nuestra satisfacción con nuestras vidas.

¿Te apuntas al reto? Ya sabes, haz este ejercicio cada día y aprenderás a ver la vida de color de rosa

Ver la vida de color de rosa: un cuento

Rebuscando entre mis archivos encontré este cuento de Jorge Bucay que te puede ayudar a entender por qué funciona el ejercicio anterior. Si buscas lo negativo que hay a tu alrededor, siempre encontrarás cosas negativas que reforzarán tu idea de que todo va mal. En cambio si te entrenas para buscar lo positivo que hay en cada día de tu vida, poco a poco conseguirás que se vaya automatizando esta mirada y sin darte cuenta irá mejorando tu satisfacción con tu vida.

Y así empieza la historia…

…Hasta uno de los portales de acceso a la vieja ciudad llegó un día un joven con un pequeño atado de ropa cargado en el hombro. Antes de entrar se acercó al guardia y le preguntó:

– ¿Cómo es la gente de este pueblo?

– ¿Cómo es la gente del pueblo del que vienes? -preguntó el guardia.

– Mi pueblo está lleno de ladrones, aprovechadores, malhumorados y tristes. Cada día la gente trata de sacar ventaja de sus vecinos. El chisme y el resentimiento son moneda corriente allí. ¿Cómo es aquí la gente?

– Me temo – dijo el guardia – que no vas a encontrar mucha diferencia. Aquí la gente es igual a como era en el lugar de donde vienes. Lo siento.

– ¡Que pena! – exclamó el joven – Seguiré hasta el próximo pueblo. Adiós.

– Adiós -dijo el guardia.

Pasaron unas horas y otro joven, muy parecido al anterior, se acercó al portal.

– ¿Cómo es la gente de este pueblo? – preguntó sosteniendo su propio atado de ropa.

– ¿Cómo es la gente del pueblo del que vienes? – dijo el guardia.

– Oh… el lugar donde nací está poblado de gente maravillosa. Todos se ayudan unos a otros. El amor y la compasión son moneda corriente allí y uno siempre se encuentra con alguien a quien contarle un problema o con quien compartir una alegría. Me dolió tener que irme. ¿Cómo es por aquí?

-¿Aquí? -dijo el guardia- No encontrarás demasiada diferencia, en este pueblo la gente es igual a la del lugar de donde saliste. Bienvenido.
Y el joven entró en el pueblo.

¿Necesitas más inspiración?

Si necesitas más inspiración hazte con este Cuaderno de ejercicios para ver la vida de color de rosa, encontrarás tests, lecturas, ejercicios y prácticas que puedes hacer para ir cambiando esos lentes oscuros que te acompañan por unas estupendas gafas de color de rosa que te ayuden a ver la vida con más alegría vayan como vayan las cosas.

¡Ánimo que tú puedes!

 

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