¿Qué es una relación tóxica de pareja? Últimamente escucho a mucha gente que define su relación de pareja o una relación familiar o de amistad, como un relación tóxica. Pero, ¿realmente tienes claro qué son y cómo descubrirlas ? En este artículo te cuento las 8 señales definitivas para que puedas identificarlas sin lugar a dudas.
Relación tóxica de pareja
Relación Tóxica ¿Qué es?
En los últimos años se ha popularizado mucho la expresión «relación tóxica» en gran medida gracias a los libros de Walter Riso. A pesar de que no es un término científico, lo hemos adoptado porque describe muy bien aquellas relaciones de pareja en las que el sufrimiento es el protagonista.
De la misma forma que las toxinas pueden dañar gravemente nuestro cuerpo, las relaciones de pareja también pueden ser tóxicas cuando nos ofrecen más disgustos que placeres. Cuando son relaciones que dañan de forma real o simbólica, que deterioran la autoestima, aumentan la vulnerabilidad, se cultivan en el conflicto, generan dolor…
Y son especialmente tóxicas cuando se acepta que el sufrimiento forma parte del amor. Cuando la creencia errónea de que «el amor es así» impide poner fin a la relación y por tanto al dolor.
¿Por qué una relación se vuelve tóxica?
Es posible que te preguntes por qué una relación que al inicio prometía mucho, se ha vuelto tóxica con el tiempo. Hay varias explicaciones posibles. Déjame que te cuente alguna de ellas:
- Has confundido el enamoramiento con el amor y todo aquello que al principio te parecía ideal está viendo que era un espejismo, no era real.
- La relación con tu familia o con las personas más significativas para ti ha estado siempre llena de carencias y no has podido aprender cómo es una relación sana y cómo debes cuidarte y cuidar para lograrla.
- Tienes muchas creencias erróneas en cuanto al amor que te llevan a descuidarte, a olvidar tus propias necesidades y los límites que necesitas para sentirte bien. Por ejemplo crees que en el amor hay que darlo todo o que si no complaces a tu pareja en todo te abandonará.
- La vida os ha golpeado fuerte con alguna pérdida, problemas de salud, problemas económicos, emigraciones… y todo esto ha dañado vuestra relación haciendo que dejara de ser sana para lxs dos.
¿Te identificas con alguna de estas situaciones? No son las únicas pero son ejemplos claros de las situaciones que se pueden esconder detrás de una relación tóxica de pareja. Si crees que ha llegado el momento de pedir ayuda, no dejes pasar más tiempo.
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Relación tóxica ¿Cómo reconocerla?
Si quieres saber si estás viviendo una relación tóxica, revisa muy bien esta lista de 8 señales para ver con cuántas te identificas. Si te sientes indentificada o identificado con la mayor parte de señales y si ves que esta situación no es puntual sino que se alarga en el tiempo, tu relación se puede calificar como relación tóxica.
Las 8 señales que identifican una relación tóxica
1. Sientes que no puedes ser tú
Quizás al inicio no te das cuenta, pero a medida que avanza la relación, ves que para que no haya tensión y discusiones tienes que hacer muchas renuncias. Tienes que andar midiendo lo que dices y lo que haces y poco a poco vas renunciando a tu espontaneidad y a tu esencia. Es muy probable que haya amigos y otras personas a tu alrededor que te advierten de que esta relación no te conviene. Tú en el fondo también lo piensas pero tus sentimientos son tan fuertes que todavía crees que lo que os une es el amor.
2. Tienes que andar pisando huevos
Empiezas a temer las reacciones emocionales de tu pareja porque sabes que son desmesuradas. Notas que tu pareja es realmente susceptible y cualquier cosa le puede sentar mal. Y cuando algo le molesta te hace sentir mal a ti con su desprecio, su enfado, su indiferencia… Así que poco a poco vas ocultando algunas cosas, las maquillas o las distorsionas para que no le sienten mal… Sufres permanentemente porque no tienes claro si lo que haces le va a sentar mal. Así, la preocupación constante empieza a formar parte de tu vida.
3. Te vas aislando del mundo
Tu pareja se muestra celosa y desconfiada y no les gusta que tengas otras relaciones importantes. Se enfada cuando sales con tus amigos, tiene celos de algún/a compañera de tu trabajo, no te deja tener tu espacio… Te va acaparando y termináis haciéndolo todo juntos. Ves que poco a poco vas renunciando a tu vida social para evitarte complicaciones. Confundes la posesividad con el amor y al principio lo valoras pero con el tiempo notas que estás renunciado a tu vida y te duele.
4. No puedes hablar de lo que realmente te importa
Te gustaría hablar con tu pareja de lo que te preocupa, de vuestra relación, de vuestros planes de futuro… Sin embargo hay temas de los que tu pareja se niega hablar. Simplemente se enfada, se va, te ignora o te menosprecia pero no consigues poner sobre la mesa lo que realmente te importa. Y como no podéis hablar, no sabes realmente qué piensa o qué puedes esperar de tu pareja y de tu relación. Eso sí, con el tiempo te va quedando claro que hay una serie de temas tabús que no podéis tratar nunca. Y la lista se va haciendo cada vez más larga…
5. Estáis siempre discutiendo
Todas las parejas tienen roces y discusiones especialmente en algunas etapas de la relación como en los inicios de la convivencia. Con el tiempo se van conociendo y las peleas se hacen menos habituales. En cambio en tu relación forman parte del día a día por mucho que te esfuerces. Cualquier pequeño tema termina en una explosión y tienes cada vez más la sensación de vivir en un campo de minas. Es posible que a ti no te hayan gustado nunca las discusiones y no sabes cómo ahora forman parte de tu vida.
6. Tienes la energía y la ilusión bajo mínimos
Pasa el tiempo y el enamoramiento deja el paso al sufrimiento. Aparece el agotamiento, la falta de energía e incluso el malestar físico. No solo tienes que medir cada uno de tus pasos sino que además debes reprimir tus emociones. A tu pareja no le gusta que llores, que te coman los nervios o que te enfades y pierdas el control. Así que no solo te callas más a menudo de lo que querrías sino que además finges que estás bien. Pero el sobreesfuerzo tarde o temprano empieza a pasar factura.
7. Siempre tienes tú la culpa de todo
Sea cuál sea el motivo de la tensión, terminas con la sensación de que tú eres la persona responsable de que las cosas vayan mal. Por mucho que te esfuerces, por mucho que renuncies, por mucho que intentes adaptarte, nunca es suficiente. Vives con la sensación de no dar la talla y de no ser suficientemente bueno/a. Si ya te sentías con poca moral, este sentimiento de culpabilidad te va hundiendo cada vez más.
8. Tienes que excusar a tu pareja ante tu entorno
Las personas que te quieren se preocupan a medida que ven cómo os lleváis y las consecuencias que está teniendo la relación sobre ti. Quizás han visto cómo te critica, te insulta o te humilla. Cada vez que te lo comentan, te descubres dando excusas para justificar a tu pareja: «no siempre es así», «es que tenía un mal día», «es que esta persona no le cae bien», «ha tenido una vida muy difícil»… Pero va llegando un momento en el que las excusas no te las crees ni tú.
Relación tóxica ¿cómo puedes salir?
Si tienes claro que tu relación de pareja no es sana, te causa más dolor y sufrimiento que alegría, placer, amor y reconocimiento, ha llegado el momento de tomar alguna decisión.
Este tipo de encrucijadas solo te pueden llevar a tres lugares diferentes:
1. No hacer nada, seguir con la relación sabiendo que nada va cambiar. Confiar en que con el tiempo pueda mejorar cuando lo que nos dice la experiencia es justo lo contrario.
2. Poner fin a la relación, separarte y dejar atrás esta relación tóxica. Ya sea porque reúnes el valor suficiente para hacerlo o porque buscas ayuda, alejarte puede ser una de las mejores decisiones que puedes tomar.
3. Si cuentas con el apoyo de tu pareja y ambos reconocéis el problema, aceptáis vuestra parte de responsabilidad y estáis dispuestxs a intentar cambiar, podéis pedir ayuda juntxs para lograr construir una relación sana.
Cómo te podemos ayudar si vives una relación tóxica
Puedes pedir ayuda psicológica para ti solx
Hay varias situaciones en las que la terapia individual puede ser la mejor opción para ti. Fíjate en estos ejemplos:
- Estás prácticamente segurx de estar en una relación tóxica y no sabes cómo salir de ella. Además tu pareja te culpa de todo lo que sucede, no asume ninguna responsabilidad y tienes claro que no va a cambiar.
- Has vivido ya una o más relaciones tóxicas a lo largo de tu vida y quieres evitar que te vuelva a suceder
- Tienes dudas sobre si tu relación es o no es tóxica o de qué puedes hacer para dejar de sufrir por tu relación de pareja.
Habrás visto que el tipo de relación que describo en este artículo, te hará pensar en el maltrato psicológico. No he hablado específicamente de la violencia física porque creo que nos es más fácil reconocerla que la violencia psicológica. Sin embargo la violencia, sea del tipo que sea, puede ser un elemento más de una relación tóxica. Y por supuesto un motivo más para que no sigas adelante con la relación si no hay cambios significativos. Si te encuentras en alguna de esta situaciones, y no te ves capaz de salir por ti mismx, lo más adecuado sería pedir ayuda psicológica para ti. Las sesiones indidivuales te pueden servir para clarificar tu situación y ver cuáles son las mejores alternativas a tu alcance.
- Recurre a las personas que tengas más cerca y pídeles ayuda: tus mejores amigos, tus padres, hermanos, compañeros de trabajo… Acércate a cualquier persona en la que confíes y creas que puede ayudarte si le cuentas realmente lo que estás viviendo.
- La ayuda profesional te servirá para reconstruir tu autoestima , para superar la dependencia emocional, para volver a conectar con tus deseos y con tus necesidades, para mejorar tu comunicación y tu capacidad para poner límites….
Puedes pedir ayuda psicológica en pareja
Si lxs dos tenéis claro que estáis inmersos en una espiral destructiva y además podéis asumir que lxs dos sois corresponsables de esta situación y por tanto lxs dos debéis ponéis cambios en marcha, podéis pedir ayuda en pareja.
- La ayuda profesional os puede ser útil en muchos aspectos
- Podéis aprender herramientas para comunicaros de una forma más sana que os permita afrontar los conflictos y las diferencias de manera constructiva
- Descubriréis qué ha sucedido para que vuestra relación se haya vuelto tóxica con el tiempo y aprenderéis cómo afrontar el rencor y el resentimiento.
- Podréis hablar de vuestra relación en un entorno seguro.
Si crees que ha llegado el momento de dar un giro a tu vida y dejar atrás el sufrimiento, escríbeme. Ponte en marcha para recuperar tu bienestar y tu felicidad, dale al botón ahora.
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