fbpx

Quién manda en tu casa ?. O como se decía antes ¿En tu casa quién lleva los pantalones?. Lo preguntes como lo preguntes, es posible que tengas muy clara la respuesta. Las luchas de poder en la pareja existen, es una realidad. En este artículo te hablo de ellas para que puedas identificarlas y descubrirlas en tu propia relación.

Quién manda en tu casa ?

Seguro que si echas la vista atrás y piensas en la relación entre tus abuelos o entre tus padres, verás muy claro quién mandaba realmente. Solía pasar que en casa mandaba la mujer y que el hombre mandaba fuera, pero hay muchas modalidades. En las parejas modernas el reparto de poder es aparentemente más equitativo pero esto no solo trae ventajas.
En el modelo tradicional de pareja, el poder se distribuía por áreas. Este reparto solía conceder áreas como los hijos y el cuidado de la casa a la mujer y el trabajo externo y la economía al hombre al que se le atribuía mayor poder. Generalmente cada uno se ocupaba de su área y no se inmiscuía en la que no le tocaba. De esta forma, los distintos «departamentos familiares» funcionaban de forma más independiente. El inconveniente tiene que ver con que el reparto solía ser rígido y muy ligado al género. La ventaja estaba en que no era necesario consensuar muchas de las decisiones y por tanto se evitaban conflictos.
Hoy en día, el reparto ligado al género está en cuestión. Buscamos una relación más igualitaria y tendemos a ocuparnos los dos de todo, intentando que el reparto sea equilibrado y las decisiones acordadas. Esto implica más posibilidades de conflicto y una necesidad mayor de negociar y consensuar las decisiones que tiene que ver con la casa, los niños, la economía, el ocio, las relaciones sexuales…

Las luchas de poder en la pareja

El poder que sientes que tienes en tu relación de pareja, depende de múltiples factores. Te los voy a ir comentando para que veas con cuáles te identificas y cuáles forman parte de tu relación.

Tu cultura y el momento de la historia en el que vives

Según tu cultura, verás que hay una serie de factores que se relacionan con un mayor poder. Por ejemplo en las culturas patriarcales se otorga un mayor poder al hombre por su género. En el momento actual también se otorga más poder a las personas con más ingresos económicos, con más estudios, con trabajo, con un cargo más alto en la jerarquía

Tu cerebro más instintivo

Para decidir quién manda en tu casa, el aspecto físico cuenta y una persona alta, fuerte físicamente, con un tono de voz grave nos sugiere más poder que una persona más menuda. Pero tu cerebro más instintivo también juega su papel cuando se siente amenazado. Cuando sientes que tu pareja quiere imponerse o dominarte, tu cerebro te guía hacia la huída o hacia el ataque. Puedes verte envuelto en una lucha de poder sin siquiera darte cuenta de cómo has llegado hasta ella, atacando y defendiéndote como si te fuera la vida en ello.

Tu necesidad de seguridad

Tu necesidad de seguridad emocional y afectiva también es clave en el origen de una lucha por el poder. Cuando sientes que no eres importante para tu pareja o no sabes cómo acceder a ella, sientes que pierdes todo el poder en tu relación. El miedo a perder a tu pareja también te desarma. En estas situaciones la inseguridad se puede apropiar de la relación y la necesidad de imponerse puede sustituir a la necesidad de conectar. Fíjate en estos ejemplos:

  • Si siento que no me escuchas grito, te critico o te desprecio
  • Cuando pienso que no me entiendes, decido por mi cuenta y me alejo de ti
  • El miedo a perderte me lleva a controlarte a todas horas
  • Si considero que no me tienes en cuenta, te ignoro a ti también
  • Cuando echo de menos que me valores, dejo de valorarte a ti y me muestro superior
  • Si no puedes ver las cosas como yo, me escudo en la razón y te acuso de mentir y de manipular

En estos casos el quién manda en tu casa toma un cariz mucho más peligroso para la relación. Ejercer tu poder te puede servir para sentirte más seguro o para lograr lo que quieres, pero a la vez te causa un gran daño tanto a ti como a la relación. Ver a tu pareja como un enemigo o como un extraño en lugar de como a un aliado, te lleva por una pendiente realmente peligrosa.

¿Cómo evitar que las luchas de poder te dañen?

El poder lo tiene el que necesita menos al otro. Esto no significa que el estado deseable sea aquél en el que no necesitas a nadie. Significa que puedes evitar que la luchas de poder te dañen si dispones de dos grandes bloques de habilidades:

  • Por un lado las que te permiten cooperar, compartir y cuidar a los demás. En este sentido la empatía, tu capacidad para conectar con los demás o la gestión de tus propias emociones son claves.
  • Por otro lado las que te permiten hacer elecciones basadas en tus valores y las que te permiten conducir tu propia vida. Por ejemplo tomar decisiones, buscar tu desarrollo personal, tener una buena autoestima…

Puedes transformar tu relación de pareja si eres capaz de navegar y regular tu mundo interno y de tomar buenas decisiones cuando te enfrentas a un conflicto. También cuando puedes relacionarte con tu pareja con respeto y generosidad. Aquí tienes las clave para que la pregunta quién manda en tu casa, no sea sinónimo de crisis en tu relación.
Sé que es más fácil explicarlo y leerlo que llevarlo a la práctica pero nadie dijo que sería fácil. Si ves que no lo lográis por vuestra cuenta, ¡pedidme ayuda! haciendo clic sobre este botón.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
conversaciones difíciles con la pareja

¿Te preocupa tu relación pero no sabes cómo mejorarla?

 

Si peleáis a menudo, estáis distantes, hay temas de los que os cuesta hablar...

 

¡Hay solución! Apúntate a la newsletter.

 

Recibirás emails con pequeñas propuestas para mejorar la comunicación, la conexión, el sexo ... y a disfrutar

Mensaje recibido, en tu bandeja de entrada estará pronto tu primer email