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¿Os habéis convertido con el tiempo en una pareja sin sexo? «Parecemos compañeros de piso» es una expresión que escucho a menudo en las sesiones de terapia de pareja. Generalmente se trata de parejas que no tienen necesariamente una mala relación, pero con el tiempo han ido perdiendo la intimidad y la vida sexual. Comparten techo, cama y vida cotidiana pero tienen serias dudas de si realmente siguen siendo una pareja. 

Pareja sin sexo: El síndrome de los compañeros de piso

Pareja sin sexo: Parecemos compañeros de piso

El inicio de una relación de pareja suele estar protagonizado por sentimientos intensos. La atracción es fuerte, la inseguridad de qué siente el otro también. La incertidumbre por cómo evolucionará la relación es un buen alimento para la pasión, la entrega, el deseo…

Ponemos a la que querríamos que fuera nuestra pareja, en el centro de nuestros pensamientos, de nuestro corazón, de nuestros planes de futuro…

Pero si la relación avanza, lo que era excitante, emocionante y generaba intriga, pasa a ser cómodo, estable y predecible. En esas condiciones se consolida la relación pero a menudo se apaga la pasión y aparece el síndrome de los compañeros de piso: la pareja sin sexo ni intimidad.

La pareja sin sexo es una pareja con la que compartes casa y cama, hipoteca, coche, vida social, quizás hijos pero poco más.  A pesar de compartir tiempo y espacio, la distancia emocional aumenta y el sexo prácticamente desaparece.

 

 

¿Cómo se llega a ser una pareja sin sexo?

El «síndrome de los compañeros de piso» como le llaman algunas revistas de divulgación general, no se instala de un día para otro. Por un lado es el fruto de pequeñas decisiones cotidianas que poco a poco lo van alimentando:

  • Cenas con los niños porque tienes hambre y dejas de compartir ese rato con tu pareja
  • Llegas a casa y te tumbas en el sofá con tu móvil para desconectar
  • Te da pereza salir con tu pareja y prefieres quedarte en casa viendo una serie
  • Aprovechas el rato después de cenar para trabajar un poco más
  • Acompañas a los niños a dormir y ya te duermes con ellos

Todos esos momentos en los que eliges no conectar o desconectar de tu pareja sin pensar en las consecuencias que pueden tener a largo plazo para tu relación.

 

Pero hay más cosas que os pueden convertir en compañeros de piso

Es imposible vivir en pareja y no tener momentos de tensión, de desencuentro, discusiones o pequeñas decepciones. Si estos momentos no se resuelven y reparan, también suman ingredientes para que os convirtáis en una pareja sin sexo.

John Gottman, del que te he hablado en otros artículos,  nos ofrece la prueba matemática de que tanto el conflicto como las meteduras de pata y los incidentes lamentables, son inevitables en cualquier relación.

  • Haz un cálculo de la cantidad de tiempo que pasas con tu pareja en el estás disponible emocionalmente. Es decir dispuestx a hablar y escuchar de forma tranquila, sin ponerte a la defensiva.
  • Si llegas a la conclusión de que esto pasa el 50% del tiempo que pasáis juntos, creo que estarás siendo bastante generosx.
  • Y ahora complica un poco el cálculo y piensa cuál sería la posibilidad de que coincidáis los o las dos, ¿aceptas un 25% del tiempo?

Básicamente esto significa que el 75% del tiempo o solo estará «disponible» un miembro de la pareja o no lo estará ninguno.  En ese espacio de tiempo es cuando es más fácil que aparezcan los malentendidos o los roces.

El otro 25% (cálculos aproximados por supuesto) es el margen que tenéis para conectar, para reparar el daño que os hayáis podido causar, para disfrutar juntos… Ese 25% del tiempo es tu tesoro para lograr que la distancia entre vosotrxs no vaya aumentando con el tiempo.

La cascada de la distancia y el aislamiento emocional

La distancia y el aislamiento emocional, también pueden llegar después de que hayáis vivido instalados en el conflicto mucho tiempo.

La cascada describe los pasos que os van alejando poco a poco y que sino detectáis y detenéis os convertirá no solo en una pareja sin sexo sino también en una pareja separada.

distancia emocional

© Patricia Maguet adaptado de John M. Gottman y Julie Gottman. 

  • Las discusiones tensas elevan las emociones negativas y si no hay una reparación, reconciliación, asunción de responsabilidad… con el tiempo van generando una distancia emocional.
  • Si a las distancia le añades los 4 jinetes del apocalipsis (crítica, desprecio, postura defensiva y evasiva), la desconexión emocional se va haciendo cada vez mayor y es posible que a pesar de compartir mucho tiempo y espacio con tu pareja, la soledad se instale dentro de ti.
  • Cuando la desconexión es grande, podéis perder incluso las ganas de discutir ¿para qué? si no lográis resolver nada. Poco a poco vais teniendo vidas paralelas aunque sigáis compartiendo ratos en familia. Cuando piensas en lo que tienes ganas de hacer, ya poco a poco vas borrando a tu pareja de tus planes.
  • Has llegado a ese punto en el que el terreno está abonado para que entren terceras personas o para que sientas que la única opción que te queda es tirar la toalla.

¿Cómo dejar de ser una pareja sin sexo?

De la misma forma que te he comentado que son las pequeñas decisiones las que poco a poco os van distanciando, hay pequeñas decisiones que también os pueden acercar.

  • Vuelve a ponerte el chip de «pasarlo bien juntos». El placer compartido es una muy buena manera de acortar distancias. ¿Cómo lo pasábais bien al principio? ¿Qué podéis disfrutar juntxs? Si no se te ocurre aquí tienes un muy buen tema de conversación para cuando volváis a tener un rato. Por supuesto el sexo es una muy buena manera de pasarlo bien juntxs.
  • Es cierto que las noches son cansadas y más si tenéis peques pero ¿qué te parecería tener una cita algún día por semana? Sé que me vas a decir que la logística es complicada pero también podéis tener citas en casa. Tan solo tenéis que planificar un espacio privado una noche por semana ¿Te animas? ¡Ah! No me estoy refiriendo a citas de sexo obligatorio, me refiero a volver a hacer hueco para la pareja en la vorágine del día. Y si incluye sexo genial y sino también.
  • Una forma de volver a conectar con la chispa del inicio es tratar de hacer algo nuevo juntos: aprender algo que os interese, visitar un lugar nuevo, hacer alguna actividad nueva para lxs dos, cocinar nuevas recetas. En la medida que puedas introduce dosis de novedad en tu relación.

Cualquier cosa que podáis compartir que incluya dosis de pasión, curiosidad,  riesgo y/o novedad os va a saber la mar de bien. Deja a un lado el pijama, el sofá y el móvil y a disfrutar.

 

Y si te estás planteando empezar una terapia de pareja

Puedes pedir vuestra primera visita en pareja. Esta sesión es muy importante porque vamos a lograr 3 cosas :

  • Conocernos para que podáis valorar si os sentís a gusto y en confianza para empezar a trabajar en vuestra relación.
  • Nosotros podremos valorar si lo que os preocupa se puede abordar o no a través de la terapia de pareja.
  • Si vemos que sí os explicaremos con detalle cómo funciona nuestra metodología y sino os orientaremos hacia el mejor recurso para vosotrxs.

Déjame decirte que el 80% de las parejas que siguen mi programa, mejoran notablemente su situación.

Haciendo clic en el botón darás el primer paso para dejar atrás la distancia, las discusiones, la incomprensión, la angustia, el desánimo, la infelicidad … 

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