Aquí tienes una de las quejas que oigo más a menudo, no solo en la consulta sino también en el tren o en conversaciones con compañeros y amigos de distintos entornos. ¡ No aguanto a la familia de mi pareja ! La relación con la familia política es de las más complejas que podemos establecer. Y para muestra la cantidad de chistes sobre las suegras que habrás oído infinidad de veces.
No aguanto a la familia de tu pareja
No aguanto a la familia de mi pareja
Existen familias en las que las relaciones con suegros, cuñados, primos etc. es estupenda y enriquecedora. Pero en el otro extremo hay muchas otras en las que estas relaciones son motivo de conflicto y pueden deteriorar mucho la relación de pareja.
Por qué no aguanto a la familia de mi pareja
Generalmente lo que para uno es normal, para el otro puede ser insoportable. Y las discusiones para defender quien tiene la razón no suelen dar como resultado un acuerdo que sea viable para los dos.
Después de haber dicho u oído repetidas veces «No aguanto a la familia de mi pareja» hay personas que terminan viendo a sus familias por separado. «Si quieres ver a tus padres vete tú con los niños y yo me quedo en casa». Una solución que no satisface a nadie y que a largo plazo no suele ser la mejor opción.
Son muchos los motivos que pueden llevarte a esta conclusión. Te voy a contar algunos y me dices si te has sentido identificada o reflejado.
Su familia es más importante que yo
Tienes la sensación de que para tu pareja su familia es más importante que tú. Para que lo veas claro te voy a poner un ejemplo. Tú ya te has organizado mentalmente lo que harás este sábado, tu pareja está de acuerdo y estáis a punto de empezar a disfrutar de vuestros planes. De repente una llamada de tus suegros desbarata tus planes en dos segundos. Resulta que necesitan ayuda para mover un mueble o han pensado que os vendrán a hacer una visita esta tarde. O quizás que hace mucho que no vais a comer. A lo mejor no tienes mala relación con tu familia política, pero no soportas que tu pareja tome estas decisiones que te afectan sin siquiera consultarte.
Su familia se mete en todo
O sea, la familia de tu pareja se entromete en tus asuntos. En el extremo podemos encontrarnos con que la familia de tu pareja tenga las llaves de tu casa y pueda entrar y salir a su antojo. Incluso ordenando tu nevera o tu armario para tu desesperación. Hay versiones más moderadas como que tu familia política pueda opinar e incluso presionar para que las decisiones que tomáis como pareja cambien si no les parecen aceptables. Lo peor en estos casos no es tanto que quieran opinar sino que tu pareja no les pare los pies. O que se deje influir por ellos más de lo que a ti te gustaría. Todo esto evidentemente te lleva a afirmar con claridad «No aguanto a la familia de mi pareja»
A su familia no hay quien la entienda
Tu familia política es rara, no entiendes cómo pueden ser así. Tú tienes una idea muy clara de lo que es una familia normal y tu familia política no encaja con esta descripción ni por asomo. Evidentemente son completamente distintos a tu familia. Porque son muy ruidosos o porque no hablan. O porque discuten por todo o porque se dan la razón como los tontos. A lo mejor porque son muy desordenados y sucios. O son tan escrupulosos y ordenados que no sabes donde meterte cuando estás en tu casa… Sea por lo que sea te parecen una mala influencia para tu pareja y por supuesto para tus hijos. Y no te apetece nada pasar tiempo con ellos porque te ponen de los nervios.
Los motivos de conflicto pueden ser muy variados pero los tres que acabo de mencionar suelen ser los más frecuentes. De hecho el choque se produce entre tu modelo de familia y el modelo de familia que tiene tu pareja. ¿Te suena?
La relación con tu suegra, un clásico
Hace ya unos meses, preparé este vídeo para las personas que me escribían haciendo consultas sobre el tema. Échale un vistazo porque creo que te va a servir.
¿Cómo puedo cambiar la relación con mi familia política?
La primera pista que te daré no es una creación mía sino que la escuché por primera vez en boca del pediatra Carlos González. La dijo en una conferencia suya y realmente es una frase muy contundente: «Hay algo que tus suegros hicieron muy bien». ¿Qué será?
Pues dar vida y educar a la persona que tu has elegido para compartir tu vida y para crear tu familia: tu pareja. Y la verdad es que tiene más razón que un santo. Aunque no te guste cómo tratan a sus hijos, tu pareja ha salido de ahí y no está tan mal ¿no?
Otra pista que te puede servir es pensar que para tu pareja su familia es muy importante. Igual que la tuya lo es para ti. No vuelvas a decir «no aguanto a la familia de mi pareja». Tener a tu pareja en contra de tu familia de orígen es difícil, duro y muy doloroso. Que no te gusten no significan que tengas que atacarlos porque este ataque solo conseguirá que tu pareja se ponga a la defensiva. No te servirá para cambiar nada.
Habla de ti, de cómo te sientes, de lo que necesitas o de lo que te gustaría en lugar de hablar mal de tu suegra. Así tendrás más posibilidades de llegar a un acuerdo. No te cierres en banda e intenta ser tan flexible como te gustaría que tu familia política fuera contigo.